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jueves, 14 de mayo de 2015

Entrada 4

Hoy voy a ser contundente. Hoy no me vale que alguien no esté de acuerdo con lo que aquí voy a exponer. Creo que en este asunto debemos ser todos bastante claros, objetivos y con una única opinión (incluida la protagonista de esta historia).

Esta semana vi circular por la red, concretamente en Instagram, una fotografía de una niña de tan solo 1 año de vida aspirando humo de un cigarrillo. Se me pusieron los pelos de punta. La foto apenas tenía comentarios. Fui uno de los primeros "afortunados" en ver semejante barbaridad. Así pues no dudé ni un segundo en mencionar la cuenta de Instagram de la Policía en esta foto y además me puse anónimamente en contacto con ellos a través de su web para denunciarlo.

Para más inri en la cuestión, la joven madre que subió esta foto de su hija fumando acompañaba la imagen con un texto en el que venía a decir algo así como que se sentía muy orgullosa de que su pequeña fumara con tan solo un año. También hacía saber lo mucho que la quería. No dudo del amor de esta madre por su hija, jamás lo haría, pero en evidencia queda que no lo demuestra. 

Realmente no tengo palabras para definir a esta madre pero podría decir que su acto viene en consecuencia de una tremenda falta ya no de madurez sino de sentido común. Merece una sanción ejemplar.

Aprovecho también para romper una lanza en favor de los miles (por desgracia) de menores que en nuestro país sufren malos tratos por parte de sus padres. Animo a todos los testigos de estos hechos a denunciarlos.



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